Medición de la Experiencia del Cliente: ¿Medimos lo que necesitamos?

María Hernanz
Socia Directora de Data&People Analytics
27 de mayo, 2025
En un mundo donde los datos lo son todo, medir la experiencia no siempre garantiza que estemos obteniendo información útil. ¿Estamos preguntando lo correcto? ¿O solo lo que es fácil de medir? En este artículo exploramos cómo redefinir nuestras métricas para que la medición realmente conecte con lo que importa: transformar la experiencia en valor real para las personas y las organizaciones.

medir experiencias

Actualmente, en España invertimos, aproximadamente, unos 400 millones de euros en investigación, de los cuales el 83% se destina a estudios cuantitativos. Pero, ¿estamos invirtiendo correctamente en los datos que solicitamos? Es decir, ¿conseguimos mejorar resultados y transformar la experiencia de cliente con los resultados que obtenemos?

Indicadores para medir la experiencia del cliente

Empecemos por el principio, ¿por qué medimos? Medimos para mejorar y para diagnosticar. Medimos para saber cómo y dónde estamos ahora y, a partir de ahí, tomar decisiones y marcar un nuevo al que queremos llegar. Para conocer la satisfacción y la experiencia de cliente se miden muchas cosas. Se mide, por ejemplo:

Este profundo análisis nos permite obtener indicadores como, por ejemplo, el ticket medio por usuario, el número de clientes fidelizados, Net Promoter Score (NPS), tiempo medio de operaciones, etc. Pero, ¿cuánto de realmente útil es esta información? ¿Nos da alertas o nos dice qué hacer para poder mejorar?

Imaginemos una cadena de panaderías que lleva años abierta. Su negocio se centra en los clientes del barrio que bien para comprar el pan y algo de bollería o para tomar un café.Desde hace unos meses, el negocio no consigue incrementar ingresos y, además, a pesar de haber abierto dos nuevas panaderías no crece. Sus clientes son los mismos, aunque “parece” que vienen menos y consumen menos. Pero eso es solo intuición. Por ello, se decide hacer una medición para conocer el porqué de la situación y cómo mejorar. Empieza por una encuesta en la puerta de sus panaderías con cuatro preguntas muy sencillas: ¿Es usted cliente habitual? ¿Por qué nos elige? ¿Cómo está de satisfecho? ¿Nos recomendaría? Y la información que obtiene es saber el número de clientes habituales que tienen, las razones por las que vienen, el grado de satisfacción y el grado de recomendación. Pero, ¿logra esta cadena de panaderías obtener indicadores e información suficiente para poder mejorar? ¿Conoce qué está pasando para que los resultados no sean los esperados?

Para saber verdaderamente lo que sus clientes estaban viviendo debería haber medido la experiencia. Medir experiencias de cliente es medir lo que generamos en cada momento sobre nuestros clientes y es lo que, de verdad, nos permite llegar a información accionable para saber qué cambiar y mejorar. Con este objetivo nace IMEX, el índice de medición de experiencia de cliente. Este índice mide cuánto se cumple la “experiencia WOW” con una empresa o marca, esa que es recordada, recomendada y hace que el cliente repita.

Cómo medir la experiencia del cliente

Según un estudio de la Universidad de Wharton y las investigaciones y expertise del equipo liderado por María Hernanz, Responsable del área de Data & Analytics en Lukkap, para que esa “experiencia WOW” ocurra, se tienen que generar cuatro sensaciones en cada uno de los momentos de interacción con el cliente.

  1. Amigable. El cliente tiene que percibir que la experiencia que va a vivir va a ser sencilla, agradable y cercana. Como dice la palabra, como si estuviera entre amigos
  2. Personalizada. Debemos conseguir transmitir que la experiencia es única para él, haciéndole sentir que nos interesa conocer sus características y necesidades para darle la mejor de las respuestas y de forma individualizada.
  3. Creíble y de confianza. La “experiencia WOW” debe generar confianza, que el clienta sienta que puede creer en la persona que le atiende y en la marca que le representa, basándose en la demostración de su capacidad y cumplimiento de promesas.
  4. Ágil. Tenemos que trasmitirle una sensación de avance desde el principio del proceso, sin trabas, ni dificultades para conseguir su objetivo lo más rápidamente posible.

La “experiencia WOW” se mide en cada uno de los touchpoint (momentos de contacto) con el cliente, sea por el canal que sea. Además, dentro de cada touchpoint se tienen que evaluar los hechos que vive el cliente ya sean objetivos o subjetivos, porque no olvidemos que se trata de personas. Y por último, es necesario medir las consecuencias que esos hechos o esas percepciones generan en el negocio.

Todo ello agrupado y detallado con los principales datos del cumplimiento de la experiencia, nos permitirá ver qué cosas se tienen que empezar a trabajar para mejorar la relación con el cliente y por ende los resultados del negocio.

A través del IMEX se obtiene toda la información de lo que el cliente vive, lo que se ve y lo que está detrás. Lo que estamos haciendo en cada momento y lo que el cliente siente mientras lo hacemos y, sobre todo, las repercusiones que esas acciones generan en el negocio.

Volviendo al ejemplo de la cadena de panaderías, con este tipo de medición sí podrían obtener información del por qué no venden, cómo deberían ser para atraer a más clientes y qué tendrían que exigir al personal para dar un mejor servicio. Por tanto, midamos, pero midamos lo que realmente necesitamos para el negocio, obteniendo información clave y muy visual que se transforme en palancas de actuación para mejorar y crecer.

Herramientas para medir la experiencia del cliente

Medir la experiencia del cliente es crucial para entender cómo los usuarios perciben tus productos o servicios y para mejorar la satisfacción general. Las herramientas de medición permiten capturar datos clave sobre el nivel de satisfacción en diferentes puntos de contacto, facilitando la toma de decisiones informadas. Al utilizar métricas como el Customer Satisfaction Score (CSAT) y el Net Promoter Score (NPS), puedes evaluar de manera precisa el grado de satisfacción de los clientes y la calidad de su experiencia. Estas herramientas también te ayudan a identificar áreas de mejora en el producto o servicio, basándote en las respuestas de los clientes que respondieron la encuesta.

Algunas de las principales herramientas para medir la experiencia del cliente incluyen:

  • Encuestas de satisfacción (CSAT): Permiten medir directamente la satisfacción del cliente con un producto o servicio específico.

  • NPS (Net Promoter Score): Ayuda a medir la lealtad del cliente y su disposición a recomendar tu marca.

  • Herramientas de análisis de feedback: Recogen y analizan las opiniones de los clientes a través de diferentes canales.

  • Plataformas CRM (Customer Relationship Management): Facilitan el seguimiento de la interacción con el cliente y proporcionan datos valiosos sobre su experiencia a lo largo del tiempo.

  • Plataformas de análisis de interacciones multicanal: Permiten medir la experiencia del cliente en múltiples puntos de contacto, como en redes sociales, atención al cliente o plataformas web.

 

Estas herramientas permiten obtener una visión integral del nivel de satisfacción de los clientes satisfechos, lo que a su vez facilita la mejora continua de los productos o servicios ofrecidos.

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