Cómo gestionar las emociones en época de cambio

lukkap comunicación
Redacción
02 de febrero, 2022
Cambiar significa pasar de algo conocido –en cierta manera, controlable y predecible– a algo completamente desconocido o que no nos resulta tan familiar como lo anterior, de ahí que muchas veces nos planteemos, ¿cómo gestionar las emociones en época de cambio?

Gestionar emociones en época de cambio

Aunque cuando uno está inmerso en un periodo de transformación puede costar verlo, si lo gestionamos adecuadamente es una gran oportunidad para salir reforzado. Por ello, es necesario seguir unas pautas para que, estos cambios que se viven constantemente, puedan ser convertidos en un momento de enriquecimiento para la persona en muy diferentes planos y/o niveles.

Si bien es cierto no estamos educados bajo este modelo, la verdad es que “no existen emociones mejores o peores”. Lo natural, lo “humano” es que cuando afrontamos una situación de cambio, tengan lugar diferentes emociones, todas ellas útiles para poder avanzar y poder adaptarnos a las nuevas circunstancias.

La inteligencia emocional, clave ante el cambio

De sobra es conocido el concepto “inteligencia emocional”, un término introducido por R. Gardner como “inteligencia intrapersonal”. En ese contexto era definido como la cualidad que ayuda a la persona a conocerse a sí mismo y manejar de una mejor manera sus emociones.

En sus inicios, la inteligencia se medía solo en términos de CI, sin embargo, como fue demostrando D. Goleman, la inteligencia emocional va mucho más allá, ya que permite a la persona aprovechar la gestión de sus emociones para tener éxito tanto en las relaciones interpersonales, como en su desempeño laboral.

Gestión de emociones en época de cambio

Cierto es que el desarrollo de esta inteligencia emocional resulta más fácil en algunas personas que en otras, si bien para “hacerla crecer” la práctica es nuestra mejor herramienta. No es un proceso sencillo, de hecho, es un proceso complejo, que requiere tiempo y que en algunos casos parece que va contra natura.

Sin embargo, a la larga, es una cualidad esencial, ya que en el control de las emociones está gran parte del éxito de una persona, en su ámbito laboral y personal.

El primer paso para poder gestionar una situación es tomar conciencia de la misma.

Así pues, cuando sentimos la incertidumbre propia de procesos de cambio en nuestra vida, debemos reconocer las emociones que estamos sintiendo de forma que aprendamos cómo gestionar las emociones en época de cambio, para que nos sirvan de ayuda a la hora afrontar esta transición. Y esto es algo para lo que no estamos ni educados ni entrenados.

Posiblemente por un tema cultural, es muy común nuestra tendencia a esconder nuestras emociones, no permitirnos estar tristes, demostrar el miedo o nuestro nivel de estrés.

Sin embargo, dichas emociones tienen su utilidad; en algunos casos nos mantienen alerta, en otros logran que todo nuestro foco y atención se dirijan en la dirección adecuada o, simplemente, desencadenan otros procesos biológicos que nos ayudan a enfrentar la situación en las que nos encontramos.

¿Qué ocurre si no gestionamos bien las emociones?

Dicho esto, una inadecuada gestión de dichas emociones provoca el efecto inverso. En lugar de ayudarnos se convierten en un gran obstáculo o impedimento. Como señalaba Goleman en su ensayo “Inteligencia emocional”, las emociones negativas intensas absorben toda la atención del individuo, obstaculizando cualquier intento de atender a otra cosa. Y absorber toda la atención puede ser algo muy beneficioso en un momento determinado, o una pesada carga. Solo reconociendo y tomando conciencia de lo que sucede podremos empoderarnos y hacer frente, de una forma adecuada, a la situación que nos genera esa emoción / reacción.

Las relaciones, como en tantas otras cosas en la vida, son de gran ayuda en un momento de incertidumbre, dificultad, estrés o cambio.

De ahí que, si aunamos la idea de “tomar conciencia” con la de la “importancia de las relaciones”, deberíamos reflexionar y hacer por expresar, de la manera adecuada y sin miedo alguno, nuestras emociones con nuestro círculo de confianza. Si lo hacemos de esta forma nos será mucho más fácil sobrellevar estos procesos de dificultad cuando afrontamos los cambios.

De hecho, no nos olvidemos de que, aunque parezca que la robótica, la inteligencia artificial, el big data o el machine learning parece que vayan a destruir gran parte de nuestro tejido laboral, hay ciertas capacidades que una máquina es muy difícil que llegue a poder sustituir; la intuición, la inteligencia emocional y/o la gestión de algunos intangibles son solo algunas de ellas. No las descuidemos ni a nivel compañía ni a nivel personal. Nuestra sociedad las necesita.

Gestionar emociones en época de cambio

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