Conoce la tasa de abandono universitario por carreras
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Tasa de abandono universitario: Principales causas
El abandono de los estudios superiores suele ser el resultado de una combinación de factores económicos, académicos, personales y sociales. Estas variables afectan de forma diferente a cada estudiante, pero es posible identificar patrones comunes que nos permiten diseñar intervenciones más eficaces.
Algo curioso que hemos observado en los últimos años es cómo afecta directamente a este indicador la nueva generación de estudiantes, donde se identifica un nivel más bajo de resiliencia a través de una menor capacidad de sobreponerse a la frustración, adaptarse a contextos adversos y perseverar frente a obstáculos
Un dato impactante es que, según un informe de la Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE), “en España más del 30% de los estudiantes abandona su grado universitario antes de finalizarlo”, lo que representa un reto significativo para el sistema educativo y la economía nacional.
Factores económicos
Los estudiantes con menos recursos económicos tienen hasta tres veces más probabilidades de abandonar la universidad que aquellos con mayor respaldo financiero. Aunque existen sistemas de becas en muchos países europeos, estos no siempre alcanzan a cubrir el coste total de la formación, incluyendo materiales, transporte y alojamiento.
💡 Dato relevante: en varios países de la UE, los estudiantes dedican entre un 30% y un 60% de sus ingresos mensuales al alquiler, lo que genera una presión financiera adicional.
La necesidad de trabajar muchas horas semanales hace que el tiempo de estudio disminuya, afectando directamente al rendimiento académico. Además, muchos estudiantes deben hacer frente a gastos imprevistos o a la falta de recursos tecnológicos adecuados para seguir el ritmo de sus clases, especialmente en zonas rurales o desfavorecidas.
Factores académicos
El bajo rendimiento académico es otra causa crítica. En algunos países, como España o Francia, se estima que entre el 30% y el 40% de los estudiantes abandona sus estudios durante el primer o segundo año. La falta de preparación en educación secundaria, especialmente entre estudiantes sin antecedentes universitarios en sus familias, es un factor de riesgo adicional.
Otros aspectos como la elección incorrecta de carrera, metodologías de enseñanza poco efectivas, escasez de tutorías personalizadas o sobrecarga de materias también inciden directamente en la decisión de abandonar. La orientación vocacional previa al ingreso resulta fundamental para evitar que los estudiantes se enfrenten a expectativas poco realistas.
La salud mental, la presión social, la falta de motivación y la desconexión con la vida universitaria son elementos que también inciden en el abandono. Por ejemplo, muchos estudiantes de primera generación experimentan lo que se conoce como culpa por el logro familiar, sintiéndose desconectados de su entorno y reacios a integrarse en actividades extracurriculares.
El sentimiento de soledad, el estrés y los problemas familiares también dificultan la permanencia. A esto se suma la falta de una red de apoyo o de servicios accesibles de orientación y salud emocional, que en muchos casos existen, pero no son visibles ni comunicados de manera adecuada.
¿Cuáles son las carreras con mayor tasa de abandono?
Según datos del Ministerio de Universidades de España, algunas carreras presentan tasas de abandono significativamente superiores a otras:
Fuente: Ministerio de Universidades de España
Estas cifras reflejan tanto la dificultad académica como la falta de vocación o de oportunidades laborales percibidas en ciertos campos. En contraste, carreras como Medicina, Ingeniería Industrial o Enfermería presentan tasas de abandono inferiores, probablemente debido a una mayor demanda laboral, procesos de acceso más selectivos y una clara vocación profesional.
Además, se observa que las carreras más teóricas o abstractas, como Filosofía o Matemáticas, suelen tener mayor deserción debido a una posible desconexión entre lo aprendido y su aplicación práctica en el mercado laboral. Esto resalta la importancia de conectar los contenidos académicos con el desarrollo de habilidades útiles y empleables.
Aquí, me gustaría invitar a la reflexión de los motivos que creéis que pueden estar detrás de esta tendencia y de estos datos concretamente.
Estrategias para reducir la tasa de abandono
Desde nuestra experiencia en Lukkap, sabemos que la clave no está solo en retener, sino en acompañar con sentido. Estas son estrategias que hemos identificado que funcionan:
1. Mejora del acompañamiento inicial
Los programas de orientación del primer año son fundamentales para generar una sensación de pertenencia desde el inicio. Iniciativas como los “planes de acogida” en universidades españolas o los “student welcome weeks” en Alemania, Bélgica y Países Bajos han demostrado ser eficaces para conectar a los estudiantes con sus pares y recursos académicos desde el primer día.
Además, estos programas deben incluir mentorías con alumnos de cursos superiores, charlas vocacionales, visitas guiadas a instalaciones y plataformas de autoevaluación para identificar áreas de mejora desde el comienzo del ciclo lectivo.
2. Apoyo académico integral
Servicios de tutorías, mentorías y asesoramiento personalizado ayudan a mejorar el rendimiento educativo. La integración de tecnología para detectar alertas tempranas —como plataformas de seguimiento de asistencia o rendimiento— permite intervenir antes de que el estudiante decida abandonar.
La implementación de aulas de refuerzo, la formación de los docentes en metodologías activas y la disponibilidad de recursos digitales actualizados son claves para que el estudiante se sienta respaldado y motivado.
3. Servicios holísticos de apoyo
La atención a la salud mental y el bienestar emocional del estudiante ha cobrado gran relevancia. Universidades que ofrecen servicios integrados de orientación psicológica y académica han visto mejoras en sus tasas de retención, como ocurre con los programas implementados en Escandinavia o en universidades del Reino Unido.
También es fundamental facilitar el acceso a estos recursos mediante campañas de difusión, citas rápidas y atención multicanal. Las universidades deben garantizar un entorno seguro y empático donde los estudiantes puedan expresar sus preocupaciones sin miedo al estigma.
4. Desarrollo profesional temprano
Conectar el itinerario académico con el futuro laboral es otro factor clave. Los programas que incluyen prácticas, proyectos reales y orientación laboral ayudan a los estudiantes a visualizar un propósito concreto para continuar sus estudios.
Los talleres de empleabilidad, la simulación de entrevistas, el contacto con antiguos alumnos y la creación de redes de networking académico-profesional son herramientas muy útiles para aumentar la motivación y disminuir el abandono. Ejemplos exitosos se observan en universidades alemanas y escandinavas donde el vínculo con empresas locales es parte integral del programa formativo.
5. Enfoque colaborativo institucional
La colaboración entre departamentos —finanzas, salud mental, orientación académica y salidas profesionales— es esencial. La ruptura de los “silos” institucionales y el diseño de experiencias unificadas para el alumno mejora la accesibilidad y efectividad de los servicios.
Un ejemplo eficaz es la implementación de centros de atención al estudiante “one-stop”, donde puedan resolver todos sus trámites y dudas en un mismo espacio físico o virtual, práctica cada vez más común en universidades del norte de Europa.
Nuestra visión como expertos
En Lukkap creemos que la experiencia del estudiante empieza incluso antes del aula, cuando eligen su camino. Por eso, es muy importante trabajar en la orientación para anticiparnos al abandono. Por ejemplo, hay programas de muchas instituciones donde se ayuda a jóvenes a descubrir su propósito, comprender sus fortalezas y tomar decisiones con autonomía y realismo.
La transformación de las universidades debe partir de una visión centrada en las personas, que reconozca las distintas realidades del alumnado y actúe de forma anticipada para evitar la exclusión. Solo así se podrá construir un sistema educativo más equitativo, innovador y sostenible en el tiempo.
En esta línea, desde hace varios años hemos trabajado en el reto de mejorar la experiencia de estudiantes en diferentes instituciones, en las cuáles la tasa de abandono era un indicador clave que no solo reflejaba dificultades individuales del estudiante, sino también una oportunidad para los sistemas educativos si verdaderamente vamos a las causas.
Porque cuando un estudiante encuentra sentido, el abandono deja de ser una opción 🚀.
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