Experiencia de Empleado: 4 claves para la vuelta al trabajo

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Ana Altomonte
Directora de Employee Experience
28 de mayo, 2020
Sí, es real. Después de semanas de estar en casa, de lidiar con los niños sin clases, el teletrabajo, la sobreinformación y el uso casi compulsivo de alcohol desinfectante, por fin vemos cómo, gracias a la desescalada, cada vez está más cerca el momento que millones de personas – en España y el mundo- estaban esperando:

nueva normalidad

La “vuelta a la nueva normalidad” y con ello, la vuelta al trabajo.

¿Pero en qué consiste esta normalidad tan deseada? Si se trata del estado previo a lo vivido social y sanitariamente con el COVID-19, parece ser que el retorno a la rutina tendrá varios elementos, todos ellos exentos de normalidad. Y es que esta situación sin precedentes ha dejado huella tanto en las personas como en las empresas.

Si bien toda crisis es una oportunidad, el real potencial de diferenciación radica en cómo gestionan las empresas la experiencia de sus empleados durante y después de la crisis. Esto implica descartar de pleno la noción de “normalidad” y rescatar lo atípico, único y personal de cara a la vuelta a la oficina.

Entonces, ¿cómo intentar retomar nuestra rutina previa? A continuación compartimos 4 consejos básicos para la vuelta a la oficina que más que ser útiles para volver a la normalidad, quieren poner el foco en cómo apoyar a empresas y empleados para salir fortalecidos de esta situación.

1. Hablemos del tema

Si bien todos los empleados han pasado por la misma situación, la experiencia vivida ha sido única e inigualable para cada uno. Por ello, se recomienda abrir espacios de diálogo y de gestión emocional para profundizar en cómo cada persona ha podido lidiar con la incertidumbre y los cambios, tanto en el plano emocional como en lo logístico.

Cada uno tiene su ritmo, y hay quienes llegarán con mucho ímpetu de ser productivo, mientras otros tendrán dificultades para concentrarse. Ante esta situación, es importante tomar los primeros días con calma y aprovechar para estar y hablar con los compañeros de trabajo.

También es positivo comunicar y hacer uso de los beneficios sociales que pueda tener la empresa y facilitar/solicitar apoyo psicológico si fuese necesario.

2. Comunicar, comunicar, comunicar… ¡siempre de forma responsable!

Fuimos testigos – y víctimas- de la sobre información, llegando incluso a la saturación. Es responsabilidad de cada uno el evitar que esto siga pasando, pero, a la vez, estar al tanto de las medidas y contingencias que siguen ocurriendo. Por ello, la invitación es a mantener un estado de “vigilancia positiva” y a hacer caso a la información oficial tanto de las autoridades como de la empresa.

Por otra parte, es relevante estar informados de las acciones que ha tomado -y tomará- la empresa en la gestión de esta crisis. En este sentido, se recomienda tener una plataforma interna o un canal oficial donde se publique información, soportes de ayuda y Q&A con dudas.

3. Aprendamos de lo vivido

Seguramente la gestión de la crisis pudo haber sido mejor, lo que implica una serie de lecciones y mejoras a implementar a futuro. Sin embargo, es relevante destacar lo que se hizo bien y sacar aprendizajes de ello. Por este motivo, comentar aquellos aspectos que fueron positivos, y -de forma constructiva- aportar ideas de mejora en los ámbitos que no fueron gestionados de forma exitosa, resultará clave.

En este caso, es útil disponer de buzones de sugerencias o realizar concursos de ideas para mejorar.

4. Agradecer: muy valioso y no cuesta nada

Tanto la empresa como cada colaborador ha realizado un esfuerzo inconmensurable por adaptarse lo mejor posible a esta contingencia. Es importante reconocer esto y agradecer la buena voluntad y energía invertida.  Y es que es importante tomar en consideración el impacto que esta vivencia puede haber tenido, tiene o tendrá en la experiencia de los empleados y en los niveles de satisfacción, vinculación y recomendación que tengan con la empresa.

Así, tomando en cuenta datos del IMEX de Experiencia de Empleado 2019, reafirmamos una vez más que los empleados no quieren ser considerados uno más, sino que solicitan un trato individualizado. Es más, según los resultados de este mismo estudio, la personalización es la percepción peor evaluada y la que tuvo mayor impacto en la experiencia general.

Por lo tanto, las empresas que realmente hayan tomado esta crisis como una oportunidad, lo reflejarán en una alta orientación hacia las personas y sus circunstancias particulares. Y es que estamos frente a la gran oportunidad de acercarnos y conectarnos para así también seguir cuidándonos.

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